A pesar de que la situación de crisis generada por la COVID-19 ha impactado gravemente la situación de muchas empresas en el país, la negociación colectiva es un derecho fundamental que no ha perdido vigencia ni se ha visto suspendido por dicha crisis. Por el contrario, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de acuerdo con su Recomendación núm. 205 sobre el empleo y el trabajo decente para la paz y la resiliencia (R205), ha reconocido que la negociación colectiva constituye un instrumento eficaz para posibilitar la recuperación y potenciar la resiliencia en contextos como este.
A continuación, presentamos 4 recomendaciones para la negociación colectiva en pandemia.
Recomendaciones:
- Capacitarse en una nueva forma de negociación: la negociación remota
En este contexto, lo más recomendable para la seguridad y salud de las partes de la negociación es evitar reuniones en espacios cerrados y aglomeraciones. Por ello, muchas empresas que ya afrontaron un proceso de negociación colectiva en pandemia, o que están prontas a hacerlo, optan por realizar la negociación remotamente aprovechando plataformas virtuales de comunicación, lo que puede requerir de capacitación previa en determinadas materias que garanticen un proceso exitoso: desde aspectos vinculados con una conectividad de red segura hasta aspectos legales.
- Enfatizar condiciones de seguridad y salud en el trabajo
Debido a la crisis e incertidumbre sobre el futuro, es probable que las empresas no puedan acceder a las pretensiones económicas del sindicato; sin embargo, es posible que empleadores y trabajadores prioricen acuerdos sobre condiciones de trabajo que permitan mantener la continuidad de la empresa y, a su vez, el trabajo de forma segura (condiciones de seguridad y salud en el trabajo o trabajo remoto, por ejemplo), y canalizar los esfuerzos económicos hacia su efectiva implementación.
- Brindar facilidades especiales a los representantes involucrados en la negociación
Cualquiera que fuese el medio en el que se desarrolle la negociación (remota o presencial), es recomendable que se brinden facilidades especiales a los representantes involucrados en la negociación que atiendan al contexto actual. Garantías para una adecuada conectividad a Internet, espacios abiertos, protocolos estrictos y especiales, habilitación de firmas digitales, entre otras, son algunas buenas prácticas que pueden implementar las partes para garantizar el proceso de negociación.
- Establecer reglas claras
Particularmente en este contexto, las normas de conducta de las partes en la negociación deben respetarse de manera estricta. Así, se recomienda establecer de forma previa al inicio de la negociación tanto las reglas sanitarias, en caso de reuniones presenciales, como las normas de respeto al orden y la confidencialidad y reserva de la información compartida, en caso de reuniones virtuales.