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Las empresas deben desplegar las acciones internas para evaluar el nivel de riesgo de sus contratos y/o reforzar sus procedimientos de contratación.
Las recientes interpretaciones de la Corte Suprema sobre los contratos temporales y las exigencias en su redacción y pruebas mantienen la tendencia judicial a revisar con mucho detalle los casos de contratos temporales. Por un lado, se impulsa una mayor transparencia y rigor en la gestión del personal, pero por otro se podría desincentivar la contratación laboral directa con una revisión judicial si es poco flexible.
La evaluación de los contratos temporales se hace más compleja
El contrato modal por inicio o incremento de actividad es el más usado en el país. Al respecto, se ha determinado que la apertura de un nuevo establecimiento no constituye, por sí sola, una causa objetiva de contratación bajo esta modalidad. En ese sentido, precisa que esta modalidad exige la existencia de riesgo o incertidumbre en la nueva actividad empresarial (inicio o incremento de actividad). Este criterio adoptado por la Corte Suprema es similar al criterio de los jueces laborales de primera y segunda instancia.
¿Cómo redactar un contrato temporal?
Se exige al empleador que, al celebrar contratos temporales, cumpla con detallar con precisión y claridad la causa objetiva de contratación. En el contrato por incremento de actividad, por ejemplo, que se indique cuál es la labor adicional a las ya existentes que incide en el incremento de actividades, y, por qué el incremento no puede ser cubierto con el personal ya disponible. Además, se le exige acreditar documentalmente la existencia de la causa objetiva señalada en el contrato.
Recomendaciones V&T
«La causa objetiva de los contratos a plazo fijo suele ser interpretada de manera restrictiva. Por ello, las empresas deben desplegar las acciones internas para evaluar el nivel de riesgo de sus contratos y/o reforzar sus procedimientos de contratación, verificando si cuentan con una justificación real, precisa y clara descrita en el propio contrato, y si cuentan con los medios probatorios que respalden dicha causa objetiva. Contar con esta información permitirá mitigar la contingencia de los procesos judiciales de desnaturalización de contrato modal».
Nuria Vega Asociada de V&T
«Frente a los nuevos escenarios para determinar la validez de una contratación modal, las empresas podrían auditar sus contratos. En especial, en los contratos por inicio o incremento de actividad, determinar si aquellos cumplen o no con el elemento de “riesgo o incertidumbre” establecido por la Corte Suprema. Si subsiste el elemento de incertidumbre, es necesario identificar y custodiar los documentos que acrediten dicha situación ante un eventual proceso judicial o inspección laboral. Ante su ausencia, la modalidad de contratación podría presentar resultados desfavorables en reclamos futuros»